Segunda vez que Bejo visita Madrid en lo que llevamos de 2019. Y segundo sold out y éxito incuestionable. El canario demostró que su propuesta, vanguardista y clásica al mismo tiempo, atrae a un gran número de seguidores fieles a su original puesta en escena.
Texto por Alfonso Gil. Fotos por Jaime O´Shea.
Y además lo hace sin ayudas. Bejo se presentó en Madrid sin “teloneros”, acompañantes, voces de refuerzo ni colaboraciones (exceptuando la de su grupo Locoplaya), y abandonó aplaudido la céntrica Sala Shoko. Porque Bejo sabe bien lo que su público quiere de él, y sabe cómo dárselo.
El canario arrancó su directo con “Una papa pal Kilo” y “Verde Azulado o Azul Verdoso”, dos de las mejores canciones de su último LP Parafernalio. Pero pronto se vio que no había venido a Madrid a promocionar este LP, y rápidamente comenzaron a escucharse sus éxitos más reconocibles como “Missisipi”, “8=D” y un sinfín de composiciones que han situado a Bejo y su estilo como uno de los referentes de la escena actual. Una escena a la que, además, aporta una originalidad únca, fusionando su rap por momentos purista con ritmos latinos y caribeños, electrónica o lo que, literalmente, le apetezca. Ese es su estilo, su identidad, tratar de no repetir fórmula y sorprender.
Hermano una redacción fetén para ilustrar el bejismo del finde pasado. Solo un matiz. El que estuvo no fue Ayax (estaba de gira por las islas canarias), sino su hermano Prok. Abrazos lokos desde la playa.