Classic Material: Company Flow

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Texto por Santiago Tadeo Cervera

Una cosa está clara: las propuestas que protagonizan los dossieres de Hip Hop Life lo hacen por su interés artístico, porque se lo han ganado con buenos raps, buenas producciones, o la deliciosa conjunción de ambas. Pero el ejemplo más claro de esto es Company Flow, trío estadounidense que nunca conoció el éxito y, mejor todavía, ni tan siquiera le interesó obtenerlo. Lo suyo era crear hip hop artístico, financiado por la industria pero lejos de las corrientes mainstream. Si lo tuyo es lo alternativo, sigue leyendo.

A MÁS NO PODER

Independent as fuck, es decir, independientes hasta su máxima expresión. Ese era el eslogan y la filosofía de Company Flow, el grupo creado por El-P y Mr. Len en 1993, y al que poco después se uniría, completando el trío el MC Bigg Jus. Sin duda, para una propuesta más interesada por crear buen hip hop que por vender discos, esa era una buena manera de proceder, pero hay que conocer toda la historia para relativizar esa declaración de intenciones. Resulta que El-P (abreviación de El-Producto), había firmado un contrato con una discográfica, uno de esos contratos-trampa que, esencialmente, sirven para tener inactivo a un músico (para que no compita con otro que interesa más promocionar). De modo que se pasó varios años sin poder editar nada. Naturalmente, tuvo que realizar trabajos no relacionados con la música, como ser ayudante en un bufete de abogados, hasta que finalmente terminó ese temido contrato y pudo retomar su actividad musical. Se asoció con Mr. Len y presentó el primer EP de Company Flow, ‘Juvenile Technique’, editado por Libra Records en 1994. La referencia funcionó, pero la relación con el sello estadounidense no fue muy buena, así que, doblemente escarmentado por su experiencia con las discográficas, El-P decidió crear su propio sello, Official Recordings.

Entonces sí eran independents as fuck pero, como veis, no fue tanto una decisión inicial como la consecuencia de sucesivos desencantos con la industria musical. El caso es que los tres se pusieron a trabajar, y así ahorraron el dinero necesario para editar su siguiente EP, ‘Funcrusher’. El-P lo recuerda bien. “Estaba cortando letras e imágenes y tratando de pegarlas para hacer la carátula de nuestra promo. Me gustaba eso. Ahora es una práctica estándar la de crear un sello, publicar tu mierda, obtener un contrato de distribución. Fuimos de los primeros en saber qué queríamos hacer.” El EP, originalmente publicado en 1995 como un doble LP, logró vender más de 30.000 copias, a pesar de la nula promoción que podían permitirse, lo que, lógicamente, atrajo el interés de los sellos por Co Flow. Pero esta vez El-P no iba a caer en el mismo error, así que impuso una serie de condiciones antes de firmar por alguno: 50% de los beneficios, quedarse con los másters y los derechos de publicación, y, finalmente, no estar obligados a editar más de un álbum. Seguramente ni Ray Charles tuvo un contrato tan bueno.

Rawkus Records fue quien aceptó esas condiciones, pero lo que no sabía por entonces es lo acertado que estuvo al hacerlo. El primer fruto del acuerdo fue ‘Funcrusher Plus’ (1997), considerado un clásico imprescindible de la escena hip hop alternativa/underground. Ese disco bastó para convertir a Rawkus Records en el sello que había que seguir si te gustaba el hip hop más artístico y experimental. Así que, definitivamente, fue una buena inversión, aunque se vendiese poco. Bigg Jus es consciente del impacto que tuvo. “Fue bueno formar parte de un disco que ayudó a dirigir el movimiento independiente.” El-P va incluso más lejos respecto a su acogida. “El 50% de la gente decía ‘¿qué es esta mierda?’, y el otro 50% decía: ‘nunca he escuchado hip hop como este’. Nunca había gente que dijese ‘eh, está bien’. Era o ‘voy a encontrar a estos tipos y pegarles por este loco ruido que me está hiriendo’ o ‘¡esto es jodidamente increíble!”. Tras tan asombroso debut, la discografía del grupo se completa con ‘Little Johnny From The Hospitul: Breaks And Instrumentals, Vol. 1’ (1999). Por entonces, tras la marcha de Bigg Jus, Company Flow era ya un dúo.

RÁPIDOS E IMBORRABLES

En 2001, debido a diferencias entre ellos y, sobre todo, con Rawkus Records, El-P y Mr. Len decidieron seguir cada uno por su lado. Terminaban así los escasos ochos años de existencia del grupo. Eso sí, parece que fue una separación amistosa, o eso asegura Len. “No hubo diss songs ni idioteces.” Pero lo importante es que, tras su separación, comenzaba su leyenda, su duradera influencia. Hay que recordar que, durante el final de los 90, Company Flow, sin haber sido nunca una propuesta de éxito, era una de las más prestigiosas del momento, cosa que no olvida El-P. “Estábamos en The Source, DJ Premier incluía nuestra mierda en sus mixtapes, KRS-One rapeaba sobre nuestras instrumentales.” Por lo pronto, Rawkus Records inició su atractiva andadura gracias a ‘Funcrusher Plus’, que preparó el camino para las obras de Mos Def, Talib Kweli, DJ Spinna, Big L… La pena es que la relación del grupo con Rawkus Records acabase tan mal, cosa que matizó el propio El-P. “Son unos corruptos comedores de mierda que roban dinero de todo aquel con el que trabajaron. Despidieron a sus empleados pocos días antes de Navidad, firmaron a excelentes artistas de los que nunca editaron sus discos, bloquearon a artistas para que no firmaran con otros sellos incluso después de que hubiesen dejado de funcionar…”. Como veis, se tienen mucho cariño.

Al menos, su trayectoria como parte de Company Flow sirvió para lanzar las carreras de cada uno de sus miembros. A Bigg Jus, que fue el primero en dejarlo, no es que le fueran muy bien las cosas, pero llegó a editar en Big Dada (la filial hip hopera de la británica Ninja Tune), que no está nada mal. Tampoco es que Mr. Len iniciase una trayectoria triunfal, pero su primer disco en solitario, ‘Pity the Fool: Experiments in Therapy Behind the Mask of Music While Handing Out Dummys’ (Matador, 2001), tuvo una buena acogida por parte de la crítica. Con diferencia, al que mejor le fueron las cosas es a El-P, que creó el interesante sello Definitive Jux (posiblemente, junto a Stones Throw, uno de los más interesantes de la escena hip hop alternativa), debutó con el aclamado ‘Fantastic Damage’ (2002), participó en el proyecto de jazz-rap de Matthew Shipp y coleccionó colaboraciones y remezclas (DJ Krush, Cage, Prefuse 73, Del tha Funkee Homosapien, Atmosphere, Beans, Beck, Blackalicious, Nine Inch Nails, TV On The Radio…). En 2009 editó en Definitive Jux una versión remasterizada de ‘Funcrusher Plus’, y entonces se dispararon las especulaciones de una reunión del trío. Preguntado al respecto, la respuesta de El-P fue ambigua. “Nunca puedes cerrar esa puerta.”

DISCOGRAFÍA

FUNCRUSHER PLUS (RAWKUS RECORDS, 1997)

Funcrusher_Plus

El debut de Company Flow, versión extendida del EP que había editado un año antes, ‘Funcrusher’ (el “plus” son una decena de temas más), es uno de los más influyentes de la segunda mitad de los 90, el que definió la principal corriente de hip hop alternativo de 1997 en adelante. Producción sencilla, entre minimalista y repetitiva, con unos beats desiguales que tienen poco que ver con el estándar del género, prescindiendo expresamente de cualquier sample que sea funky, jazzístico o, directamente, bailable. Por supuesto, nada de hooks, ni coros ni nada que se parezca al hip hop mainstream contemporáneo. A esto se suman unas letras abstractas, complejas, inteligentes e originales, que no dudan en recurrir a la metáfora. En definitiva, hip hop experimental que huye voluntariamente de las tendencias comerciales y que crece con cada escucha. No te pierdas “Last Good Sleep”, drama autobiográfico de El-P.

LITTLE JOHNNY FROM THE HOSPITUL: BREAKS AND INSTRUMENTALS, VOL. 1 (RAWKUS RECORDS, 1999)

LITTLE JOHN

Clara continuación estilística y conceptual del debut, pero sin rap. Y claro, como las letras eran uno de los aspectos esenciales del primer disco y este es enteramente instrumental, el dúo centra sus esfuerzos en la producción, que se vuelve todavía más experimental, innovadora y personal. Solo para incondicionales del grupo y para oyentes aventurados, pues es una de las obras más fascinantes de la historia del hip hop en lo que a instrumentales se refiere. Te exige, pero si te tomas tu tiempo y le das una oportunidad, la recompensa habrá merecido la pena. Empieza por “Friend vs. Friend”, que es la más accesible.

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