Texto por Santiago Tadeo Cervera
Es injusto reducir la carrera de un grupo tan interesante a un solo tema o, mejor dicho, al éxito de un solo track, pero es inevitable que ocurra eso en el caso del trío estadounidense House of Pain. Su “Jump Around” fue uno de los hits del 92, y no solo en materia hip hop. Posteriormente no han vuelto a repetir ese éxito ni tan siquiera a acercarse, por lo que podrían pasar a la historia como un one hit wonder. Con todo, por el interés artístico de su discografía y su calado en los anales de la historia merece que sea recordado en este dossier, porque hay vida más allá del “Jump Around”.
¡SALTAD, MALDITOS!
House of Pain fue un trío estadounidense formado por artistas de ascendencia irlandesa: los MC’s Everlast y Danny Boy, y DJ Lethal. El primero ya había iniciado su carrera en solitario, pero con escaso éxito. Uno de los elementos distintivos del trío es lo orgullosos que se sentían de ser irlandeses. Para demostrarlo, se vestían con el color característico, el verde del trébol, y exhibían en público su mayor aportación cultural: beber cerveza sin moderación y servida, naturalmente, en botellas verdes. En el videoclip de su mayor éxito, “Jump Around”, dejan muy claras sus ideas: combinan imágenes de un desfile de gaiteros irlandeses con la juerga, cervezas mediante, en un pub de estética irlandesa. Tampoco hay que olvidar que el logo del grupo (que no falta en la carátula de su debut homónimo), un escudo del trébol de tres hojas sobre fondo amarillo en el que se lee con letras verdes las palabras “Fine Malt Lyrics” (letras de buena malta, literalmente). En fin, que los tres consideran que ser irlandés es lo más grande que le puede pasar a uno.
El caso es que en 1992 debutaron con el homónimo ‘House of Pain’, disco que se vendió muy bien gracias al impulso de “Jump Around”. El tema fue suficiente para que el trío alcanzase una enorme popularidad y convertirlo en una referencia de la escena hip hop estadounidense y, por ende, mundial. Max N Dave, de Kiss FM, introdujo al grupo en una entrevista de 1992, como el autor “del mayor tema del momento en el planeta ”. Y no era una afirmación muy aventurada puesto que sonaba en todas partes. DJ Muggs, coproductor del track, no olvida lo importante que fue para él. “Fue una de las mayores grabaciones de su generación e hizo mucho por mí, me llevó a muchos sitios. No hizo cosas como cambiar mi carrera ni nada de eso, pero tener ese tema en mi discografía me dio mucha confianza”. No lo dirá abiertamente, pero es un éxito “cambia-carreras, firma-contratos, mejora-vidas…” Fue una pieza tan atractiva, que hasta se coló en letras de temas posteriores. En un freestyle de Biggie y Tupac para “Representin’ 93”, por ejemplo, figura “I’ll make you jump like the House of Pain”. Y en “Dead Wrong”, de Notorious B.I.G., se escucha “I guess I was a combination of House Of Pain and Bobby Brown. I was Humpin’ Around and Jump-in Around”. Y Tupac dijo de ellos, en otra de sus grabaciones, que eran “funky blunted ass white dudes”. En fin, que nadie pudo obviar el fenómeno “Jump Around”, casi un grito de guerra de la época.
Pero a partir de ahí, las cosas no fueron como se podía imaginar. Para empezar, en 1993, Everlast fue detenido por posesión de un arma no registrada, lo que impidió que el trío saliese de gira fuera de Estados Unidos: evidentemente, ahí se les escaparon muchos dólares y, peor aún, la posibilidad de trasladar al resto del mundo su éxito, de acelerar su internacionalización. Un año después presentaron su segundo disco, ‘Same As It Ever Was’, que cosechó algunas críticas positivas pero se vendió poco, y en 1996 el tercer y último, ‘Truth Crushed To Earth Shall Rise Again’, que ni convenció a la crítica ni tuvo éxito alguno. Es lógico que el mismo día de su salida, oliéndose la acogida, Everlast dejase el grupo para retomar su carrera en solitario.
DESPEDIDA ¿Y CIERRE?
Solo con el paso de los años pudieron los miembros del trío comprender el desastre que sucedió a su único éxito. Everlast lo cuenta con asombrosa lucidez. “Con el éxito del debut, todos perdimos un poco la cabeza. Tras el tercer disco yo me convertí al Islam, posiblemente como consecuencia de todo el libertinaje. Y eso que yo era un fanático del hardcore”. Pero tampoco se ahorra una pullita para su compañero, no exenta de una sana autocrítica. “Danny se había convertido en un verdadero Jekyll y Hyde, y yo permitía su situación”. En fin, no es extraño que la aventura terminase con una separación. “Llegué a un punto en el que estaba tan triste por todo que tuve que alejarme de eso”. Eso sí, no les fue nada mal después de esta separación. De hecho, se puede decir que a los tres les vino bien, o casi… Everlast estuvo seis meses desaparecido, creativamente hablando, pero luego se puso a componer su segundo álbum en solitario, ocho años después de ‘Forever Everlasting’. Días antes de acabarlo sufrió un infarto de corazón que requirió una intervención quirúrgica para curar un mal congénito pero, una vez recuperado, dio los toques finales a un disco, ‘Whitey Ford Sings The Blues’, que entusiasmó a la crítica, evidenció su crecimiento como artista y, además, se vendió muy bien, que eso siempre alegra.
Pero el que se hartó a vender discos fue DJ Lethal, aunque tuviese que compartir los beneficios con el resto de miembros de Limp Bizkit, grupo al que se unió tras la separación de la banda con la que alcanzó cierta notoriedad, diez años después había colocado más de 50 millones de álbumes. Nada mal para un grupo que empezó teloneando, curiosamente, a HOP. La excepción fue Danny Boy, al que no le fueron las cosas nada bien. Ya perdió su casa antes incluso de la disolución del grupo, y todo porque se le había ido la mano con la tarjeta de crédito, permitiéndose un nivel de vida que correspondía a las ventas del álbum debut, pero no de los demás, y menos aún de alguien cuya principal fuente de ingresos, el grupo, desaparecía indefinidamente. Enseguida se vio inmerso en una banda callejera, bebía, se drogaba y “frecuentaba pornostars y degenerados”. Es franco con esa época de su vida. “¿Cómo sobrevivía? Nada legal, eso te lo aseguro”. En el 2000 estaba sobrio de nuevo, consiguió un trabajo como diseñador de zapatillas y un contrato como artista en solitario con The Firm. “Tres años más tarde, el sello había cerrado, el trabajo se había acabado, y volví a las drogas y la bebida”. Volvió a recuperarse y asegura estar limpio desde entonces y que nada va a cambiar eso. A partir de ese momento, todo fue a mejor. Fundó una compañía de camisetas y resolvió sus problemas con Everlast, así que ya estaba todo preparado para el retorno.
En efecto, poco más de una década después de la ruptura, se anunció la reunión del trío original, solo que como parte de un nuevo grupo, La Coka Nostra (que cada uno interprete el nombre como quiera), que debutó en 2009 con ‘A Brand You Can Trust’, una obra en la que ahonda en el cruce entre rock, metal y rap. Debido a la apretada agenda de DJ Lethal, será difícil ver conciertos de House Of Pain, pero bueno, siempre nos quedarán las zapatillas Adidas de House Of Pain, un simpático diseño en el que predomina el verde, cómo no, y que fue presentado el 17 de marzo, justo el Día de San Patricio, fiesta nacional irlandesa. Anda que no mola eso de ser irlandés…
DISCOGRAFÍA SELECCIONADA:
HOUSE OF PAIN (TOMMY BOY, 1992)
Solo por escuchar “Jump Around” en su contexto original ya merece la pena acercarse a este debut, pero es interesante en conjunto. Claro, con veinte temas, presenta sus altibajos, pero figuran piezas que confirman el talento del trío, como esa colaboración de B-Real en “Put Your Head Out”. Tras Beastie Boys y 3rd Bass, de lo mejorcito en «hip hop de blancos» hasta entonces.
SAME AS IT EVER WAS (TOMMY BOY, 1994)
Con el segundo álbum la crítica todavía fue seducida, pero no ocurrió lo mismo con sus seguidores, que dieron la espalda a su música de manera generalizada. El memorable “Back From The Dead” se quedó lejos del impacto de “Jump Around”, así que el público obvió un disco atractivo.
TRUTH CRUSHED TO EARTH SHALL RISE AGAIN (TOMMY BOY, 1996)
No es que sea un álbum prescindible, pero sí el más flojo de los tres, el único que no recomendaría. Eso sí, los seguidores del trío pueden escucharlo con toda tranquilidad, porque dudo que les decepcione. La producción no es maravillosa, y las letras tan insustanciales como (casi) siempre, pero Everlast está estupendo y se agradece la presencia de Sadat X en “Heart Full Of Sorrow”, y Guru en “Fed Up (Remix)”.