A falta de hip hop, este año el festival Cultura Inquieta (27/6 a 3/7 en Getafe, Madrid) decidió apostar fuerte por el reggae, con un cartel de altura que presentaba tres de los grupos nacionales más importantes del momento: Green Valley, Iseo & Dodosound y Macaco.
Texto por Alfonso Gil Royo. Fotos por Toni Guerra / Cultura Inquieta
ESTRENOS A DISCRECIÓN
Tres referentes del reggae actual que además estaban de celebración, ya que los tres presentaban nuevo disco. Una prueba más de que la escena nacional, lejos de estar estancada, se mantiene más viva que nunca.
Los primeros en aparecer en escena fueron Green Valley, quizá el grupo de reggae más influyente de los últimos años en España. Los vascos llegaban a Getafe para presentar su último LP Bajo la piel, un disco con ritmos más relajados que sus anteriores LPs, más cercano al roots que al dancehall o el new roots, pero con la misma potencia en directo que sus predecesores. Y con él dio comienzo el festival, con el track «Don Ramiro», poniendo los primeros riddims en un acalorado viernes getafense.
Tras ello, fueron llegando una sucesión de grandes éxitos del grupo liderado por la genuina voz de Ander Valverde, quien intercalaba canciones nuevas como «Ya me cansé» y «Nunca Pararé» (f. SFDK) con otras conocidos tracks de su discografía como «Exprímelo», «Hijos de la tierra» y «No me voy a rendir», cerrando su actuación con «Estamos Ready» (f. Swan Fyahbwoy). Pese a que el concierto comenzase de día y con un sol castigador, una circunstancia que suele deslucir los conciertos, el grupo demostró que su repertorio musical funciona en directo, y su música alegre y su mensaje consciente cala hondo en su público.
TURNO DE VANGUARDIA
La actuación de los vascos dio paso a la de sus vecinos navarros Iseo y DodoSound. Cantante y productor, acompañados de la banda The Mousehunters, demostraron el porqué de su éxito en los últimos años; su propuesta vanguardista, que se alimenta casi en la misma proporción de dub, triphop y reggae, demostró tener una puesta en escena espectacular, con una Iseo que no se cansó de bailar, animando sin tregua al público constantemente con su hipnótica y prodigiosa voz.
La cantante va sobrada de lo que en el rap llamamos flow, estilo, presencia en el escenario, y convirtió el Cultura Inquieta en una fiesta donde la electrónica y los ritmos jamaicanos demostraron ser totalmente compatibles. Allí presentaron su último trabajo Same Love, publicado ese mismo día, y pudimos escuchar otros de sus grandes hits como «Vampiros» y «Dame», en su penúltimo espectáculo antes de comenzar una gira europea que le llevará por países como Francia, Alemania, Inglaterra y Bélgica.
Y con el público ya totalmente entregado al baile llegó el turno del grupo más mediático del cartel, el barcelonés Macaco. Quizá su oferta musical, más cercana a la rumba que los ritmos jamaiquinos, parecía que no iba a encajar con lo que habíamos escuchado hasta el momento. Pero el ex de Ojos de Brujo demostró que las etiquetas son para la ropa y no para la música, y ofreció un directo desbordante de alegría y buenas vibraciones, muy trabajado y creado para que el público no pare de moverse ni un momento.
PROTESTA QUE ALGO QUEDA
Gran parte de la culpa del éxito de la MonkeyFiesta la tuvo la banda que acompaña a Dani Carbonell, especialmente una batería, unas guitarras españolas y unos cajones que evitaron que hubiese un minuto de relajación durante todo el espectáculo. Todos tuvieron su momento de protagonismo y entre todos hicieron que su nuevo disco Civilizado como los animales sonase en directo mucho mejor de lo que hace en nuestros reproductores. Más aún cuando lo acompañas de canciones antológicas como «Moving», «Con la mano levantá» y «Somos la fiesta» que rememoraron los mejores tiempos de una formación dispuesta a recuperar su lugar en la cumbre.
Pero no todo fue música en la jornada de reggae de Cultura Inquieta. La organización del festival demostró una vez más su compromiso con las causas sociales y antes del concierto de Macaco ofreció un discurso en defensa de los derechos del colectivo LGTB que provocó los aplausos de los asistentes. También se tomaron medidas en la logística del festival para ayudar a proteger el medio ambiente y tanto Iseo & Dodosound (con letras y palabras en apoyo a la mujer) como Green Valley y Macaco ofrecieron mensajes cargados de protesta. Porque tan importante era disfrutar de la música como no olvidar que vivimos en un mundo plagado de injusticias y desigualdades. Y, ante ello, no podemos ni debemos quedarnos quietos.