Texto por EPH
Fotos por Adrian Blokin
“Dios los cría y el amor los junta”. Así resumiría la idea tras el clip de “Matemática de la Carne”, vídeo que anticipa En Alma y Hueso, nuevo y triple largo de Rayden, para cuya realización ha contado con un habitual de sus clips, un Dan Barreri encantado por la libertad de movimientos que ha tenido en esta ocasión.
HIP HOP LIFE: Mucho amor dispar en el primer clip de Rayden. ¿Por qué “Matemática de la carne” como primer visual?
DAN BARRERI: Surge como primer videoclip casi de casualidad, y creo que fue dado por la idea. Estuve con Fer (Taranco) documentando visualmente casi todo el proceso de grabación del disco, y los primeros días en el estudio se fue forjando el tema. Un cúmulo de imágenes fueron rondando mi cabeza al escucharlo, entre ellas la de uno de los actores con el que habíamos trabajado en otro videoclip, Javier Carramiñana, teniendo escenas de pasión desenfrenada con una señora mayor. Rayden me preguntó en el camino de vuelta a casa qué me evocaba ese tema, le respondí, le gustó hacia dónde podía ir, y a partir de ahí vía libre. Dos meses después es una gozada ver esas imágenes plasmadas en un videoclip. Además, creo que es una canción ideal para empezar, muestra una faceta de Rayden diferente, y engloba perfectamente la idea de Alma. Creo que los fans que ya conocían la versión de Entremeses van a quedar muy satisfechos.
HHL: Visto el vídeo, y aunque resulte evidente, ¿qué perseguíais con la trama de este clip?
DB: Lo quisimos enfocar en todo momento, tanto en el desarrollo de la idea como en mi caso, la dirección actoral, en una idea global que enfocara pasión, ya que el tema trata de eso, pero no una pasión lógica para una persona de a pie en el s.XXI. Si te fijas, todo son historias de personas opuestas, bizarras, gente de las que preguntas al que tienes al lado »¿cómo éste está con aquel?» o »¿por qué se comportan como niños, si ya tienen una edad?» , y se trata de romper con esas preguntas. La pasión sin ningún tipo de lógica, porque la pasión no entiende de lógica. Ni siquiera cuando juzgas al que tienes enfrente. Lo hemos llevado al extremo, y creo que ha salido algo con lo que te llevas una sensación dulce, pese a lo “grotesco” de las situaciones que se plantean. Ese era el objetivo, normalidad ante lo »raro». Esto se acentúa con todo el trabajo que hubo detrás: casting, reuniones, cambios de guión… Y por supuesto con el impecable trabajo de los actores. Ha sido maravilloso trabajar con tantos y tan buenos.
HHL: A la hora de hacer música, el proceso es un trato sencillo: los MC’s dejan que el productor musical les surta de beats hasta que encuentran el que les motiva a escribir o rapear. Claro, que eso a la hora de hacer un clip no es viable. ¿Se ha limitado Rayden a rapear el tema, dejarse llevar de un plano a otro, elegir entre un abanico de posibilidades que le hayas dado…o se ha involucrado más?
DB: Con Rayden llevamos trabajando casi sin descanso desde principios de 2013, entre vídeos, conciertos, teasers y el proyecto de Entremeses. Se puede decir que hemos tenido ya mucho rodaje con él. »Matemática…» es ya el cuarto videoclip y, con diferencia, en el que más libertad creativa he tenido. Y se basa en la confianza depositada en mí y el equipo.
En los trabajos anteriores, la responsabilidad de creación siempre venía dada por una idea previa suya, la cual íbamos formando y desarrollando. Hacer un brainstorming con Rayden es una experiencia buenísima y un gran aprendizaje. En este caso concreto, esa responsabilidad ha caído en su totalidad sobre nosotros. Creo que llevábamos mucho tiempo desarrollando conceptos y llegaba un punto que nos merecíamos algo así, se ha dejado guiar y el proyecto ha ido como creíamos que era lo mejor. Y la confianza que ha depositado en nosotros han sido unas alas perfectas para volar. Ha sido un regalo, y una gran responsabilidad. Estamos muy contentos de que haya sido así.
HHL: Una grabación de un clip tiene que conllevar multitud de anécdotas. ¿Cuál ha sido, en tu opinión, la más memorable de esta “Matemática de la carne”?
DB: Si tuviera que elegir, me quedaría con el chorro de salsa barbacoa que se llevó Jacinto Montes de Oca (el hombre del burger) en la hamburguesería. El pobre se impregnó de ese olor. O quizás la escena del bote de humo, el pobre Jesús estaba realmente asustado y nos costó que lo subiera bien alto… Nos dolía la mandíbula de reír. Ha sido una etapa muy divertida.