El malagueño Foyone presentó en la madrileña sala But ( 6/3/20) su nuevo y aclamado disco, Presidente. En un concierto que fue de menos a más, donde sus #Rapsincortes tuvieron un gran protagonismo y que nos dejó una grata sorpresa para el final.
Texto por Alfonso Gil Royo. Fotos por Kart.
Desde el primer momento, Foyone dejó claro que Presidente iba a ser la piedra angular de la noche. Tanto es así que Sagan, el enmascarado cantante de Ummo, realizó la intro del directo tal como sucede en el disco. La primera pista era clara: el concierto iba a ser fiel al álbum Presidente. Y no sólo en lo musical, ya que tras cantar «El vertedero», Foyone sacó un atril al escenario para convertir su concierto en un improvisado acto político.
Aunque no fue sólo de política de lo que habló el malagueño al frente de su atril. Lo primero que hizo fue dar las gracias al público por su apoyo tras una dura etapa en la que incluso tuvo que acudir a un psiquiátrico, reiterando la fuerza que le ha dado el ánimo de la gente para continuar haciendo música. Y tras ello, comenzaron a sonar las grandes canciones que componen su último disco como «Basado en Hechos Reales» e «Insomnio, pesadillas y pastillas». Su mitin empezaba a coge forma.
Sin embargo, hay que reconocer que el concierto (y el público) empezaron algo fríos. Sin un telonero que calentase la sala ni un corista que le diese una fuerza extra al sonido, las primeras canciones no tuvieron la energía esperada. Pero poco a poco eso empezó a cambiar cuando Foyone comenzó, en primer lugar, a introducir sus primeros Rapincorte en el show. «Hace 8 años que empezamos con esta locura y ya van 41 publicados» recordó Foyone antes de soltar el primero de ellos, el número 8.
Y a partir de ahí el concierto fue in crescendo. Sonaron canciones como «Clásico», «Paga lo que debes» (sin Fernando Costa), «Ole» o «Amor tóxico«, que se fueron alternando con otras de antiguos discos «Aviso maternal», «Guerrero psicodélico» (sin Kase-O), «Niños ciegos» o «Ciudad del vicio». Mientras que su acto político continuaba su camino con una mascarilla antivirus y dedicando frases a Vox y otros políticos. Todo con el tono humorístico y satírico que siempre ha presidido las letras de este reptiliano reencarnado en MC.
Así fue avanzando este largo concierto. Dos horas y media (que se dice pronto) donde Foyone sólo contó con la ayuda de nuevo de Sagan Ummo y su DJ Sceno. Pero decíamos al principio que el malagueño se había guardado una sorpresa para el final. Y fue la salida de Ayax al escenario. El gemelo de Albayzín saltó al escenario de la sala But derrochando la imponente energía que le caracteriza a pesar de tener la voz notablemente debilitada, e interpretaron juntos «Óxido» y «Tierra de Bandíos». Un gran gesto por parte de Ayax hacia su tercer gemelo y el público madrileño, quien agradeció con una sonora ovación su presencia.
El «ministro de cogollos de interiores» (como calificó Foyone a Ayax) aprovechó el momento para reivindicar el nombre del rap en contra de lo que ahora se denomina música urbana y cuyo significado aseguró no comprender. Y dejó al público en un perfecto momento de éxtasis para que Foyone cerrase el concierto con dos nuevos Rapsincorte; el número 24 y, como no podía ser de otra manera, el número 1. Aquel con el que comenzó a labrarse un nombre en el hiphop, a construirse un camino que le está llevando a lo más alto. Donde comenzó su carrera hacia la presidencia.